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Hoy ha sido otro buen día  de compras con mi madre por un centro comercial, paseito y a descansar un rato en los sofás con todos los maridos aburridos leyendo el periódico, jajaja.

Así que os voy a contar el día que fui a quirofano y no a trabajar como suelo ir habitualmente, sino tumbada en la camilla.

Después de todas las pruebas y consultas necesarias, el primer paso era hacer una intervención sencilla para extraer unos ganglios de la axila, se llama ganglio centinela, si los ganglios han estado alerta y los centinelas han hecho su trabajo, frenan las células malignas y no lo dejan pasar al resto del cuerpo (así me lo explico el Dr. Colmenarejo). Para esto había que hacer anestesia general, esto para mi eran palabras mayores, yo veo todos los días como se duerme y despierta la gente en el quirofano pero otra cosa era ser yo la del tubo!

Por suerte el equipo de anestesia que trabaja con el medico es el mismo que el nuestro, hablé con el Dr. Garcia Solanas para que me durmiera él, ya estaba tranquila, Jose Carlos a mi me da paz.

Ingresé en la clínica en la que tantas veces he entrado sin mirar al mostrador, estuve en la habitación con mi familia hasta que por fin vinieron a buscarme, la sensación de hacer el mismo recorrido de siempre pero tumbada fue muy extraña.

Al llegar abajo estaba María la enfermera de anestesia, que me pincho muy bien, también estaba Leticia que la conocía de vista del vestuario de la clínica pero no sabia que era prima de Bea (que es la mujer de un buen amigo Ozkicar, jajaja). Vino también el supervisor a saludar, así que conocía a todo el mundo OH NO!

Y los no sanitarios pensareis pero si es genial conocer a la gente, pero no en quirofano, se conoce como el SÍNDROME DEL RECOMENDADO, es decir todo lo que pueda complicarse se complicara, intentas que todo vaya muy bien porque conoces al paciente pero no, se caen las cosas de la mesa, falta no se que material que no han traído,  se acaban las suturas que quieres… y por si era poco conocer al 100% de la plantilla presente, todavía tenté a la suerte mas diciéndole a mi amiga Sara que estuviera allí durante la intervención (cuando hay algún observador también se complica).

Yo lo único que les pedí es que me taparan y no me dejaran en desnuda en la camilla, que luego tengo que volver a trabajar allí  y que por favor si al despertar empezaba a hablar demasiado que me callaran.

Y lo ultimo que recuerdo es a María decir «Nieves nos vamos» y así fue, no recuerdo nada de nada, la siguiente vez que recuerdo algo estaba ya en el despertar con Sara y le pedí que avisara a mi familia que ya estaba despierta.

Luego me pusieron una bomba de analgesia (un aparato que va pasando medicación para el dolor) y recuerdo decirle a María, no te cortes ponme como para una boda!jajaja.

Así que no se si se les cayo el bisturí  o se fue la luz, todos aseguran que fue bien, pero a mi me da igual yo estuve genial, ya no me da miedo que me duerman y menos ese equipo de lujo.(Muchas gracias chicos, también desde aquí).

Cuando subió el Dr. Colmenarejo para contarnos la intervención yo todavía medio para allá  nos estaba explicando todo muy bien como siempre, diciéndonos lo importante que era esta prueba para ver si el tumor estaba localizado y a mi solo se me ocurre preguntarle, si si todo muy bien pero……..Podre jugar al PADEL?? JAJAJA (voy a clases con mi cuñada y hemos jugado juntas algunos partidillos, somos bastante malas pero nos gusta, verdad Mapi? Aunque ahora ella sigue en clase mejorando así que después de este año sabático tendré que ponerme las pilas, jajaja).