Hoy es blue monday (el día mas triste del año)pero realmente en este caso me mueve a escribir la muerte de una AMIGA.
Cada vez que me acuerdo de ella me sigo riendo porque era realmente divertida. Desde el día que empeoro gravemente hasta hoy siento, vacío, resaca, rabia y pena, tanta pena que no me sube ni el bizcocho.
Estos últimos días a su lado han sido intensos, pero creo que hasta la ultima despedida fue riéndonos y os aseguro que no era para nada divertida la situación, pero su genuina ironía estuvo presente hasta el ultimo minuto.
De nuevo es el cáncer, esta enfermedad que todavía tiene el poder de avanzar y a la que la ciencia cada dia encuentra alguna pieza que le pone trabas en el camino, pero me sigue pareciendo un río desbocado que solo puedes contenerlo, secarlo o reencauzarlo si es todavía un pequeño riachuelo. Si se descubre cuando la riada esta en curso………………..por ahora a la medicina todavía la palabra CÁNCER le va grande.
Supongo que algún dia, espero que no muy lejano este cambio y proliferación celular desmesurada sea controlada por alguna terapia y nos parezca inverosímil que la gente muera por cáncer; igual que ahora nos lo parece imposible que la gente muera por una infección simple que un antibiótico erradica.
En los hospitales (yo trabajo en uno) se SALVAN VIDAS, se curan enfermedades o se tratan síntomas para que no molesten, pero no están diseñados para respetar la intimidad, el duelo, la despedida, en definitiva no han sido creados para acompañar en la muerte.
Por suerte existen unidades especiales de cuidado paliativos, que pueden ser tanto de forma hospitalaria como domiciliaria que hacen una inmensa labor y que cada dia van teniendo mas peso.
La vida se encarga de recordarnos que estamos de paso, que vivamos intensamente y haciendo lo que deseemos, sin dejar nada para mañana por si acaso ya no existe.
Me siento tristemente tranquila, abatidamente viva, afligidamente en marcha. Os avisare cuando me suban de nuevo los bizcochos.
Imagen de portada de Maria Delgado